Jorge Aguirre Charvet

La Iglesia Católica en una desventura declaración por parte de un jerarca de la Curia que ha provocado una carcajada mundial, agregó tres nuevos pecados a la lista de 10 que, según la leyenda, Moisés recibió en las “tablas de la ley”, del mismísimo Dios en la cima del monte Sinaí donde habitaba.
“Lamentablemente” el prelado que tuvo la peregrina decisión de hacer el anuncio, olvido mencionar un cuarto pecado, tan viejo como el mundo, aquel que cometen diariamente sus colegas contra niños y niñas, a los cuales violan y de los cuales abusan y a los que amenazan con las “penas del infierno” si es que se atreven a denunciarles.
A este paso, ¿quién puede seguir creyendo en la Iglesia Católica o al menos en aquellos que la encabezan, absolutamente desconectados con la realidad del mundo. Control de la natalidad, igualdad en el ministerio de hombres y mujeres, el celibato, son algunas de las asignaturas pendientes de la jerarquía católica.

Los “nuevos” pecados

Monseñor Gianfranco Girotti, obispo regente del tribunal de la Penitenciaría Apostólica, en una entrevista publicada el domingo con la edición italiana cotidiana de «L'Obsservatore Romano», el diario oficial de El Vaticano, enlista de la siguiente forma aquellos que, en su opinión, son los “tres nuevos pecados capitales”.
1 Ante todo el área de la bioética, dentro de la cual no podemos dejar de denunciar algunas violaciones de los derechos fundamentales de la naturaleza humana, a través de experimentos, manipulaciones genéticas, cuyos efectos es difícil prever y controlar.
2. Otra área, propiamente social, es el área de la droga, con la que se debilita la psique y se oscurece la inteligencia, dejando a muchos jóvenes fuera del circuito eclesial.
3. El área de las desigualdades sociales y económicas, por las que los pobres se hacen cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos, alimentando una insostenible justicia social, el área de la ecología, que reviste hoy un importante interés.
El anuncio de este "tercer pecado" le sirvió al payaso del Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, para pronunciar una fílipica contra aquellos que tienen fortuna, sin recordar que muchos "chavistas" se han forrado del bolsillos con dinero de la exportación de petróleo, en tanto millones de venezolanos no tienen pan, leche, carne, entre otros productos básicos.