Jorge Aguirre Charvet

Tal como se preveía, los gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Ecuador, apoyaron tácitamente a las narcoterroristas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al formar causa común y obstaculizar la aprobación de un llamado de la Organización de Estados Americanos (OEA), para que esos delincuentes abandonen las armas.

La coincidencia fatal en que incurren nuevamente los gobiernos de Hugo Chávez, Daniel Ortega y Rafael Correa, los equipara con el de Cuba de los hermanos Castro, que en días recientes reclamó a las FARC que liberen a sus más de 700 rehenes, aunque continúen actuando como una banda armada que mata, roba y secuestra.

La actuación de los gobierno de Caracas, Managua y Quito en el seno del Consejo Permanente de la OEA, hoy en Washington, mantiene en pie la percepción mundial respecto a que los tres mantienen nexos, por igual, con las FARC, de las que medran como Correa, apoyan como Chávez y condecoran como Ortega.

El organismo regional aprobó hoy una resolución en la que felicita al "pueblo y el "gobierno colombiano" por la "exitosa operación" de rescate de 15 rehenes de las FARC, entre ellos, la excandidata presidencial Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y 11 policías y soldados colombianos.

"Que el secuestro es un crimen atroz y urge a las FARC y a todos los grupos al margen de la ley en Colombia a la liberación inmediata y sin condiciones, sanos y salvos, de todas las personas que mantienen secuestrados, exhortando a las FARC a renunciar a la violencia y a establecer un diálogo con las autoridades", dijo el documento.

Los representantes de Venezuela, Ecuador y Nicaragua se opusieron al texto original elaborado por Colombia. Venezuela insistía en que no se hablara de secuestrados, sino "retenidos", en tanto Managua y Quito alegaban que no había sido un "rescate" sino una "liberación" y pedían, por lo tanto, excluir ese término del texto.

Colombia se salió con la suya gracias, entre otros, al apoyo de los países de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) y de Estados Unidos, pero perdió ante Caracas, Managua y Quito que se opusieron al pedido a las FARC para que abandone las armas, como se pretendía inicialmente.

Tampoco se logró, como quería Colombia, que se aprobara una Resolución -que genera compromisos- en lugar de una Declaración, figura menos vinculante. Bogotá dejó claro que no le interesa, por ahora, contar con participación extranjera en posibles diálogos con las FARC.

Cabe aclarar que la actuación del gobierno de Correa ante la OEA y en otros foros, haciendo causa común con las FARC y quienes las apoyan, no compromete al pueblo ecuatoriano que es una comunidad de paz que en la década de 1980 logró erradicar por las armas y la fuerza a un naciente y enloquecido grupo guerrillero criminal.

Tal y como su mentor el presidente venezolano Hugo Chávez, el ecuatoriano Rafael Correa asumió hoy el control de dos importantes redes de radio y televisión privadas, con las que ampliará su influencia mediática, a dos meses de una crucial consulta popular que decidirá el futuro y permanencia del experimento político que lidera.

Con distintos argumentos subalternos de Correa asumieron el control de la red radial Cadenar, de propiedad de Vicente Arroba, socialcristiano en la oposición al gobierno, y de los canales privados con cobertura nacional y gratuitos, TC y Gamavisión (asociada con Televisa-México), propiedad de un grupo económico de ascendencia libanesa.

Poco antes el gobierno negó que planease apropiarse de medios de comunicación de gran cobertura, que se explica en la necesidad de Correa de captar el más amplio apoyo para que el referéndum de septiembre apruebe la Constitución que ha elaborado con su entorno, asegurando así su permanencia en el poder por lo menos por una década.

El portal venezolano www.noticias24.com reportó de la siguiente forma lo acontecido

Ecuador clausura una radio opositora y “toma” 2 canales de TV

El sistema de emisoras Cadenar, cuya radio principal es Sucre, fue clausurado anoche por las autoridades ecuatorianas que decidieron no renovarle la concesión. Mientras, por razones diferentes, fueron tomados los canales TC y Gamavisión. Las sedes de los tres medios están radicadas en el puerto de Guayaquil

El caso de Radio Sucre

La Superintendencia de Comunicaciones (SUPTEL) mandó a colocar sellos en la oficina matriz de radio Sucre al norte de Guayaquil. Cerca de las 22h00 llegaron la intendenta de Policía, Fátima Campos y policías, a cumplir con esa disposición derivada del no renovársele la concesión de la frecuencia por aparentes irregularidades.

Empleados quedaron dentro y otros emprendieron una vigilia en la madrugada. “Estamos viviendo una verdadera dictadura”, dijo Vicente Arroba, propietario de la radio, quien mantuvo una reciente polémica con el gobierno al organizar una marcha reclamando mayores medidas de seguridad para la urbe.

Unos 15 periodistas y trabajadores de ese medio criticaron la medida ordenada por la SUPTEL y reprocharon que se ejecutara en la noche, buscando detener las operaciones administrativas y de transmisión de la emisora, alegando problemas con las frecuencias que otorga el Estado al la empresa privada.

Canales de televisión

En una acción simultanea, la estatal Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) intervino al menos dos canales de televisión, vinculados al llamado Grupos Isaías, asociado a un banco cerrado y bajo investigación financiera. La medida afectó a los canales TC-Televisión y Gamavisión, en sus oficinas en Quito y Guayaquil.

Una fuente de TC-Televisión en Quito dijo que la medida no sólo afecta a los dos canales de televisión sino posiblemente a un tercero, TVcable que se obtiene por suscripción, a algunas revistas y otras empresas del grupo Isaías, que involucra a más de un centenar de compañías.