Jorge Aguirre Charvet

A malas noticias, mejor vamos por las alegres

Cuando me aprestaba a escribir este post no sabía si abordar o no el triste repliegue de la Cancillería ecuatoriana, protagonizado ayer martes, en el tema del tratado con Estados Unidos sobre la protección mutua de las inversiones. Me resolví por no tocarlo, por lo vergonzoso y me decidí mejor por algo alegre: la búsqueda de la nueva estrella del programa noticioso de la televisión canadiense llamado “Naked News”.
¿Ustedes se preguntarán a que me refiero? Muy simple: también este martes se realizó en Nueva York un programa público para escoger a la nueva presentadora de noticias en ese programa y la beneficiada resultó ser la hermosa chiquilla Holly Eglinton, de 31 años. Allí les va la fotografía para que la conozcan y recreen los ojitos con algo mejor que el producto local



El País de Madrid informó así del hecho:
La empresa Naked News ha organizado este martes en Nueva York un casting para encontrar una presentadora para sus famosos informativos al desnudo. En un mundo globalizado donde los espacios de noticias se parecen tanto unos a otros, Naked News se ha hecho famosa por sus presentadores, que relatan la actualidad diaria mientras se van desnudando ante la cámara. Los informativos de Naked News pueden verse en Internet, por televisión y a través de los teléfonos móviles. Por cierto, la ganadora del casting ha sido la canadiense Holly Eglinton, de 31 años.

Si, en efecto, así se desarrollan esos programas lo cual, por cierto, es una buena idea, ya que frente al cúmulo de malas noticias que relatan, en muchos casos, estúpidos acontecimientos, por lo menos quienes las presentan tienen algo bueno que mostrar, dando mayor interés al espacio informativo y, de carambola, incrementando la audiencia.

El repliegue

Respecto a lo que mencionado, “el repliegue de la Cancillería”, es algo realmente lamentable. Como se estarán riendo en las Cancillerías de la totalidad de países del orbe. Decir un día que se denunciaría un convenio internacional y al día siguiente que se lo estudia para ver que se hace con él, constituye un horrible espectáculo, una auténtica metedura de pata. Vamos a ver que cabezas caen.
Y de ahora en adelante será peor y saben cual es la razón? Muy simple: se dijo que se denunciaría el Tratado porque no se lo conocía. Se buscaba dar el “circo” al cual por varias semanas nos tienen acostumbrado, aunque ello sea a costa de que Estados Unidos vete por completo el sistema de preferencias arancelarias a favor de nuestros productos que caduca en junio.
Según ahora se sabe la decisión de denunciar el Tratado la tomaron el Presidente Correa y la Canciller Espinosa. Cuando los diplomáticos, los que saben del tema, les dijeron que habían “metido la pata”, recularon casi por completo -todo ello- a pocas horas de que llegue a Quito la segunda figura más importante de la diplomacia estadounidense, el señor John Negroponte.
Horrible espectáculo pero comprensible. Si quieren llenar el servicio exterior de improvisados y, prácticamente, han cerrado loa Academia Diplomática cuyo objetivo era, precisamente, formar auténticos diplomáticos que hagan las cosas bien y no den motivo de risa al género humano. El manejo de la cosa pública, de los negocios de Estado es cuestión de expertos, no de payasos improvisados.
Me pregunto ¿qué más estará ocurriendo? o ¿qué más irá a ocurrir? a este paso. La solución es muy simple: pregunten a los que saben, a los que se han quemado las pestañas preparándose pero, la verdad, para que sirve la idea, si quien encabeza los destinos de la República es nada menos y nada más que el único economista y el resto son simples contadores. Negros presagios, negros nubarrones se avizoran.
Colofón: mientras en Nueva York se desnudan para encontrar a la estrella de un programa de noticias, aquí quedaban desnudos, con una mano delante y otra atrás, los genios, las estrellas del manejo gubernamental, dando lugar a una de las noticias que quedará registrada con letras de molde en la “Historia de la estupidez humana” de Paul Tabori.

El Editor