Jorge Aguirre Charvet

Importantes diarios, de Inglaterra y Colombia, han debido pedir disculpas en las últimas horas, por flagrantes equivocaciones en el material que publicaron. Aunque en la forma ambos casos son similares, en el fondo son distintos. Los británicos erraron al informar y al colombiano lo hicieron errar, en mi opinión, lo manipularon infamemente.
El 3 de mayo de 2007 desapareció en Portugal la niña británica Madeleine McCann y la policía de Lisboa dijo sospechar de sus padres, versión de la que se hicieron eco cuatro periódicos londinenses del grupo Express. Ahora un juez les ha ordenado pedir disculpas y pagar una indemnización.
El lunes El Tiempo de Bogota publicó una fotografía que, dijo, correspondía a una reunión que del guerrillero colombiano Raúl Reyes con el ministro ecuatoriano Gustavo Larrea. A las pocas horas el diario debió disculparse ya que la gráfica correspondía en realidad a una entrevista de Reyes con un jefe comunista argentino.
Los periódicos de Londres: Daily Express, Daily Star, Sunday Express y Sunday Star, son sensacionalistas y no es la primera ocasión que enfrentan problemas similares. El Tiempo de Bogotá, es el más importante de Colombia y pertenece a la familia Santos, dos de cuyos integrantes son altos funcionarios del gobierno colombiano.
La noticia errada publicada por los periódicos británicos pretendía, a todas luces, incrementar sus niveles de venta y circulación. En el caso del diario colombiano, fue la Policía la que proporcionó la información grafica equivocada y El Tiempo, lo admitió públicamente, erró al no autentificarla en forma plena antes de publicarla.
Es imposible justificar la versión truculenta de que los McCann desaparecieron a su hija, por más que así lo sospechaba la policía lusa la que, por cierto, reconoció también posteriormente su error y echó a los mandos que orientaban la investigación por esa vía. El caso sigue abierto y Madeleine continúa desaparecida.

En el caso de El Tiempo, me temo, el aparato estatal colombiano lo usó para que difunda algo que sustente el argumento oficial respecto a que Ecuador es un “santuario” de la guerrilla terrorista, que su gobierno la protege y que sus miembros recibieron un aporte en metálico para financiar la campaña proselitista que les llevó al poder en 2006.
Y esto por la “oportunidad” de la publicación. El Tiempo incluyó la foto y el respectivo pie en su edición del lunes, coincidentalmente, cuando se instalaba en Washington una reunión de la OEA de la que Ecuador pretendía obtener una “condenar” a Colombia por invadir su territorio para destruir el campamento guerrillero.
En efecto, la foto fue profusamente difundida en la cita de la OEA y todas las versiones periodísticas coinciden que causó gran impacto en favor de la tesis colombianos, pero todo se desinfló tras comprobarse, sin ninguna duda, que aunque Reyes si se reunió con Larrea, la información gráfica de El Tiempo no correspondía a ese encuentro.
El Tiempo se disculpó editorialmente y aclaró: “no se puede aprovechar este lamentable episodio es para desvirtuar el contenido de los computadores de 'Reyes' y de otros jefes guerrilleros, que ya han mostrado, en casos como el de la caleta en Costa Rica, que contienen valiosa y certera información. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”.
Porque ello es cierto. El gobierno colombiano tiene en su poder información valiosísima que en estos días está siendo autentificada por la Interpol. Gran impacto provocará cuando se la conozca totalmente y no se descarta la posibilidad que, entonces sí, incluya la auténtica fotografía del encuentro Reyes-Larrea.