Jorge Aguirre Charvet

Colombia mostró hoy al mundo una doble victoria: mató en su ley al guerrillero que se daba en llamar Raúl Reyes y demostró al mundo que Ecuador si es un santuario de estos delincuentes, como lo es Venezuela, algo que está plenamente demostrado.
Con Reyes murió su esposa, Olga Marín, hija de Manuel “tirofijo” Marulanda, el jefe guerrillero que se presume falleció hace varios meses. Murió también otro importante jefe subversivo, Guillermo Enrique Torres, “Julián Conrado”, y otros 15 guerrilleros
Hace varios meses los colombianos lograron detener en Caracas a otro alto dirigente de la guerrilla y algo mundialmente conocido es que en Ecuador fue capturado Simón Trinidad, hoy preso y sancionado a 60 años de prisión en los Estados Unidos.
Así que tras lo ocurrido con Reyes, muerto en Ecuador por disparos realizados desde Colombia, para el gobierno del improvisado presidente ecuatoriano Rafael Correa, va a ser sumamente difícil explicar lo que en verdad ocurrió.
Colombia insiste que no violó la soberanía de Ecuador. Entonces ¿Cómo retiró entonces el cadáver de Reyes y los 16 guerrilleros que “acampaban” en Ecuador? Acaso en una actitud digna los militares ecuatorianos entregaron los cadáveres en la frontera.
Reyes está muerto y Correa, si tiene algo de vergüenza, debe decir toda la verdad de lo ocurrido, cuando siempre fue un secreto a voces que la guerrilla colombiana usaba a Ecuador para curarse y descansar y en mayor medida desde enero de 2007.
En el “circo periodístico” de hoy que Correa organiza todos los sábados, dijo que había solicitado informes a los militares sobre lo ocurrido en la frontera. Mentira cerdosa. El está perfectamente informado de lo que ocurrió.
Los colombianos estaban siguiendo al grupo de Reyes desde hace varias semanas. El jueves el Ejército y la Armada de Colombia detuvieron a 14 guerrilleros de la red que prestaba apoyo en logístico y finanzas a Reyes.

Infografía de El Tiempo de Bogotá sobre la operación contra la guerrilla

La muerte de Reyes es el golpe más duro dado a la guerrilla en su historia, dijo el Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos. “Los combates se registraron en un campamento guerrillero en territorio ecuatoriano siempre desde territorio colombiano”, precisó.
Esto alguien debe aclarar. Si como dijo Santos los subversivos estaban en Ecuador a tan solo 1.800 metros de la frontera con Colombia, como hicieron los soldados colombianos para matar a 17 ilegales, sufrir una baja y retirar los cadáveres de los insurgentes.
Correa, el “comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ecuatorianas”, debe decir toda la verdad. En la mañana del sábado dijo que no tenia información y que pediría informes a los militares. O es un mentiroso inmundo o realmente desconocía el tema porque nadie le informa.
En Venezuela Chávez tiene formación militar, aunque traicionó sus juramentos y los uniformados están convenientemente cebados así que no le cuestionan el apoyo que da a la guerrilla. En Ecuador aun deben haber militares dignos que no le hacen el juego a Correa.
Brillante golpe contra los delincuentes armados. Vergüenza para Correa y su gobierno bolivariano. Tirofijo, es el siguiente. Podría estar en el Fuerte Tiuma, cerca de Caracas o en una propiedad del ministro venezolano de Interior, Rodríguez Chacín, cerca de la frontera con Colombia.

La operación del jueves

Las detenciones del jueves se registraron en las localidades de Puerto Asís y Puerto Leguízamo, en el sureño y selvático departamento del Putumayo, y según las fuentes, los arrestados pertenecen al frente 48 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La acción militar se produjo tras dos años “de exhaustiva labor de inteligencia”, según portavoces del Ejército. Los 14 aprehendidos están acusados de los delitos de rebelión, narcotráfico, terrorismo y homicidio, entre otros.
Según las fuentes, los detenidos “se asentaron en esta zona del país por sus condiciones geográficas, en donde tenían siembras de cultivos ilícitos, los cuales sustentaban sus ingresos económicos. De igual manera, traficaban con material de guerra, adquirido gracias al narcotráfico“.
Entre los detenidos figuran alias “Marta”, responsable de las finanzas de la facción rebelde, y alias “Curso de Leche”. El frente 48, explicaron las fuentes, “brindaba importante apoyo logístico y financiero a Reyes, del secretariado de las FARC”, que utilizaba la localidad de Piñuña Negro, en esa zona, “como sitio de descanso y de movilidad para eludir los cercos de las autoridades colombianas”.