Jorge Aguirre Charvet

El serbio Karadzic, el chileno Pinochet y el rumano Ceauşescu, fueron juzgados por los hombres igual que lo serán por la historia. Cosa igual ocurrirá con sus pares que se atreven a hollar nuestros países.

El exdictador serbio, Radovan Karadzic, fue detenido hoy como ocurrió en 1998 con el exdictador chileno Augusto Pinochet y en 1989 con el exdictador rumano Nicolae Ceauşescu o como ocurrirá, mañana, con toda esta bazofia a la que la ignorancia de los pueblos o su desidia la convierte en gobernantes de nuestros países.

Enfrentado a la evidencia de que su proyecto político puede irse a la basura el próximo mes de septiembre, el presidente ecuatoriano Rafael Correa, la emprendió hoy en forma soez e inmunda contra sus opositores a los que llamó “care tucos”, una expresión que el lumpen delincuencial utiliza como sinónimo de sinvergüenza

Ayer, en Managua, en la Plaza de la Fe “Juan Pablo II”, el presidente venezolano Hugo Chávez comparó a Cristo con el exdictador cubano Fidel Castro a quien llamó “Padre nuestro que estás en la tierra, en el agua y en el aire”, en presencia nada más y nada menos que del presidente electo de Paraguay Fernando Lugo, ex Obispo católico.

El caso Correa

Correa cuyo vocabulario es muy similar al del depuesto presidente ecuatoriano Abdalá Bucaram considerado loco, no acepta la posibilidad de que en septiembre los ciudadanos desaprueben en referéndum la nueva Constitución del país que el sábado puso a punto una mayoría gobiernista y que, de paso, asegurará su eventual reelección.

Un sondeo divulgado hoy por el portal www.lahora.com.ec dijo que si el referéndum se realiza hoy solo el 32 por ciento de los ecuatorianos aprobará la nueva Constitución, plagada de errores y redundancias y de cuyo cuerpo orgánico fueron retirados, el domingo, 50 artículos por contener repeticiones conceptuales y otras fallas.

Hasta la última hora del sábado Correa y sus subalternos “metieron mano” en la Constitución elaborada por una Asamblea Constituyente. Al finalizar junio Correa y su Partido, Alianza País, provocaron la renuncia del presidente de la Asamblea, Alberto Acosta, porque no se allanaba a las presiones ni permitía interferencias “de nadie”.

El caso Chávez

El burdo símil de Chávez entre el fundador del cristianismo y el “chacal del Caribe” recibió inmediata respuesta del obispo nicaragüense Juan Abelardo Mata quien calificó de “blasfemo” y “grosero” al presidente venezolano, cuyas relaciones con la Conferencia Episcopal de su país no han sido de lo mejores en sus 10 años de gobierno.

“Naturalmente que es una blasfemia“, dijo Mata quien es obispo de la diócesis de Estela y miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua. Añadió que declaración efectuada por Chávez durante un acto por el 29 aniversario de la revolución sandinista es un “manoseo de las cosas sagradas”.

“Hay algo fundamental en el corazón del hombre, que rechaza que se manoseen las cosas sagradas y que se irrespete de esta manera a todo un pueblo. Pienso que el hecho de que alguien sea presidente de alguna república, y que tenga poder económico, no hay derecho para hacer estas cosas. Hay gente tan burda en su mente que ni siquiera se da cuenta de las groserías”, declaro el prelado católico.